miércoles, 2 de julio de 2014

NUESTROS TRABAJADORES, NUESTRO PAÍS

Ya ha sido ampliamente discutida la visión anti sindical que Pinochet y sus lacayos imprimieron en la Constitución del 80 que hasta el día de hoy nos rige.

Hoy sabemos que somos el país con tasas de sindicalización más bajas de la OCDE (díganme en algo que no seamos los últimos en este selecto grupo). La mirada negra, oscura, siniestra que se tiene de la huelga en Chile es causa inmediata de despido para cualquier trabajador, que no tiene igualdad de condiciones para negociar, mejorar las condiciones de su trabajo.

¿Qué más efectivo que movilizarse? Al parecer nada.
Excepto, quemarse a lo bonzo, como lo hizo hace poco más de un mes Marco Cuadra en una protesta en Huechuraba. Javiera Blanco, Ministra del Trabajo, diría lo doloroso que es al nivel que deben llegar los trabajadores por la mejora de sus condiciones, y claro que es doloroso, en un país donde el mercado tiene sus tentáculos en todo orden de la vida, debiera cuidar lo más sagrado de su fuente de riqueza, los trabajadores.

Pero sabemos que la historia nunca ha sido así, desde los inicios de la Revolución Industrial en esa isla llamada Inglaterra, o en la otra isla por la que nadie daba un peso llamada Japón, los comienzos del vertiginoso ascenso de los Estados Unidos, y ni hablar del estado de nuestro pueblo en África. Los inicios no fueron nada de prometedores tampoco en nuestro país, con una serie de huelgas y protestas que fueron masacradas, la matanza de Iquique se recuerda hasta el día de hoy.

Los trabajadores han sido víctimas donde usted quiera revisar la historia, no por nada quien ha regresado al debate fuertemente en este siglo XXI buscaba un nuevo orden social, donde los trabajadores, el obrero, el proletario, gobernara sin contrapeso, saben que me refiero a Marx.

Fue la gota que rebalsó el vaso, la muerte de Marco llevó a marchar el día de hoy. Y contrario a lo que algunos defienden, la baja de participantes en la protesta no obedece a la indiferencia de los choferes, sino más bien al temor de ser despedidos, a la desproporcionada igualdad de condiciones entre empleado y empleador. Las peticiones fueron: ""sueldos igualitarios, terminar con la jornada excepcional, el fin de las “listas negras’ de trabajadores al interior del rubro, poner término a los bonos condicionados y a las prácticas antisindicales, y rediseñar el actual Código Laboral." (1)

No existen blancas palomas. Muchos abogan también por los  abusos de los choferes a los pasajeros. No paran en los paraderos, bajan de sus micros a comprar pan o algo que se les antoje en medio del trayecto, con actitudes que dejan bastante que desear. Y claro, en las condiciones en que deben trabajar, no esperarán ustedes que reciban a los pasajeros con una alfombra roja y con un saludo digno de reyes del medioevo. Una cosa lleva a la otra, sabemos que el servicio a pesar del intento de mejoras es bastante malo, si, esa es la palabra, tan malo como el "meme" que acabas de ver. Las explicaciones siempre tienen una razón de fondo. Y claro, nunca faltan los que se pasan de listo.

La nueva Constitución de Bachelet parece ser una esperanza para cambiar las reglas del juego, aunque este gobierno está al debe con una reforma Laboral que poco salió a la palestra en la campaña presidencial del 2013, de no ser por la CUT insistiendo siempre en el tema y uno que otro candidato. Y estamos claros que reforma laboral no es aumentar el sueldo mínimo a 250 lucas al 2016; al respecto, de acuerdo a la fundación Sol, estoy de acuerdo que el sueldo mínimo sigue siendo bajo, "los empresarios se acostrumbraron a pagar sueldos bajos(2)". La nueva Constitución debiera cambiar la mirada que tuvieron los Chicago Boys en los 80's con respecto al trabajo, pero nada de eso cambiará si esta nueva Constitución es redactada por los mimos de siempre, deben ser nuestros ciudadanos, y no solo ellos, sino el pueblo a través de una Asamblea Constituyente. No veo otra forma plausible para que esta promesa de nueva Constitución realmente tenga eso, de nueva.

Velar por la seguridad, el trato digno de nuestros trabajadores es velar por un mejor país.
El trabajo dignifica al hombre, por ende, dignifica también al país.

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(1) Fuente: http://www.elmostrador.cl/pais/2014/07/03/sin-salida-la-miserable-vida-de-los-choferes-del-transantiago/
(2) => http://www.elmostrador.cl/pais/2014/07/02/marco-kremerman-cuestiona-salario-minimo-y-dice-que-los-empresarios-se-acostumbraron-a-pagar-bajos-sueldos/