viernes, 19 de julio de 2013

PRESENCIA PRESENTE, ESTAR


                                                                                                      Baste a cada día su propio afán.
Heridas del pasado, o preocupaciones del futuro nos dejan por momento inmovilizados en nuestro presente, el único momento que dominamos, en el cual podemos hacer, ver, vivir, estar...

No vivimos en el pasado, y quienes lo hacen generalmente se les cataloga de "amargados", tampoco vivimos en el futuro, a estos se les cataloga de "soñadores"
pues ciertamente no lo conocemos, no sabemos como ocurrirán las cosas en su determinado tiempo, por lo tanto solo nos queda una opción, el presente, ése es nuestro tiempo de acción, pero, ¿Como esta nuestro presente? ¿Tranquilo? ¿Lo disfrutamos?

La negativa a estas dos ultimas preguntas se da básicamente porque heridas del pasado, problemas, cosas que dije que no debí haber dicho... por momentos parece que nos aferramos a nuestro pasado para olvidar los problemas del presente, reabrimos heridas que ya cicatrizamos que nos tienen atados al pasado, o preocupaciones crónicas del futuro, porque convengamos que una persona responsable se preocupa naturalmente por cosas que sucederán, por ejemplo no te puedes casar si no tienes ni siquiera una casa para vivir, o no construirás un edificio si aun ni siquiera tienes los materiales para construirlo...Programar el futuro, planear estrategias para alcanzar una meta racionalmente lógica, y emocionalmente aceptable hacia la cual dirigirse, es muy diferente a construir castillos de naipes para un futuro ilusorio. Cuando ya el futuro se transforma en un verdadero afán, entonces también nos encontrados atados al futuro.

Nuestro presente se transforma en algo ilusorio, nuestra mente viaja a lugares vacíos de nuestro presente que no están en nuestras manos, hacemos presencia ausente, está nuestro cuerpo, más nuestra alma nuestro espíritu está en cualquier otra parte, como lo dijo magistralmente nuestro humorista Colo Legrand, hacer presencia presente, estar, en su rutina en el festival del Viña 2010.

Hay un chiste que dice: "Si tienes un pie en el pasado y uno en el futuro, entonces lo único que puedes hacer es orinarte en tu presente"

El asunto pasa por sanar las heridas del pasado, y dejar las preocupaciones del futuro...Será una vida muy triste sino hacemos presencia en nuestro propio presente...

Se dice que los niños no tienen ni pasado ni futuro, no piensan en el ayer y no se preocupan del que venir, quizás por eso los vemos tan alegres en su presente, hagan lo que hagan, con una pelota o con una piedra, alegres... ya más grandes nos hace falta vivir como ellos.

Jesús dijo: Baste a cada día su propio afán...en otras palabras, vive tranquilo! disfruta tu presente! serás mejor persona, caminaras con mayor libertad y te sentirás mejor para ayudar a otras personas... Te sorprenderás de lo que puedes hacer con tu presente sano y sin cadenas.
Confía en Dios, después de todo, Él (eterno) puede hacer presencia en tu pasado y futuro, a ti sólo te toca vivir tu presente en paz. ¡Disfruta!

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jueves, 18 de julio de 2013

Indecepcionable



Terminó siendo pura boca. Te fuiste al carajo. Nunca pensé que ibas a hacer algo así.

Una de las frases o ideas que uno nunca debiera olvidarse, es que en la vida los errores son parte del pack, que la perfección no existe para un ser humano mortal.
Y vamos más lejos, vivir con una sonrisa en la cara todo el día todos los días del año termina siendo una hipocresía insoportable, porque nadie puede ser feliz 24/7, en la vida debemos subirnos a un 4x4 porque vienen caminos difíciles de transitar, y si te subes a un Audi, claro, en los buenos caminos te funcionará excelente, pero en malos caminos, pedregosos, llenos de rocas zonas muy resbaladizas, ese Audi tiene sus días contados. Pero no un 4x4, puedes subir partes altas y bajas, caminos lisos o intransitables para autos lujosos o hasta normales.

Pero déjame escribirte algo que quizás no te va a gustar mucho, hasta en un 4x4 te puedes dar vuelta.

Porque la vida es injusta, a veces es hasta cruel, tan así, que aún en un 4x4 corres el peligro de caerte, incluso si presumiste que nunca lo harías, incluso si te preparaste mucho tus habilidades para manejar ese 4x4, te puedes dar vuelta, y cuando lo haces, tienes temor de contarle a tus cercanos, por el miedo de que te juzguen, por el miedo de que te rechacen y dejar una marca imborrable, marca que algunos son especialistas en recordarla en los peores momentos.

En esos momentos difíciles, donde piensas que más bajo no puedo estar, ahora si que toqué fondo, donde sólo quieres a alguien que te anime, te abrace, sin palabras, en lo posible, sólo estar, ya llegará el momento de las palabras, de analizar y tomar las lecciones correspondientes.



A veces no necesitamos alguien que nos llene de consejos, ni menos del clásico “te lo dije”, sólo queremos alguien que nos acompañe, sin sentirnos juzgados por alguien orgullosamente superior. Pero tener ese nivel de relación no es fácil, se resume con una palabra que alguna vez escuché que nunca más me olvidé, relaciones indecepcionables.

Nos podemos decepcionar mucho en la vida, personas que teníamos en lo más alto, terminan cayendo, y a veces muy feo.  Nos puede pasar a nosotros. Ahí necesitas alguien que te diga, “No importa lo que me tengas que decir, para mi eres indecepcionable”

Cuidado, no estoy justificando errores, cada uno, creyente o no, tendrá que dar cuenta algún día de sus acciones, pero pretender que podemos llevar de manera perfecta toda una vida es imposible, ahí es cuando necesitas a esa persona en la que puedas confiar totalmente y sin miedo alguno.

Los demás se encargarán de juzgar, de hacerte sentir más mal de lo que ya estabas, de ponerte el dedo encima para que no te levantes, pero al menos uno, uno sólo que sea, debiera tenderte la mano para levantarte, ya vendrá el tiempo de dar cuentas, ahora, vive tu duelo, llora, enójate, reflexiona, y vuelve a enfrentar la vida.

“Salmo 107: 6-7”
Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía entre ellos. Entonces clamaron a Dios en su angustia, y los libró de sus aflicciones”

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